La pregunta que suele acosarte, perseguirte y de la cual no puedes escapar cuando dices que estás estudiando demografía es: ¿y eso, qué es? En estos casos, lo más común es recurrir a la típica definición científica (esa que parece extraída de Wikipedia) y que obviamente siempre se expresa con cierto halo de orgullo: “es la ciencia que estudia a las poblaciones humanas”. A esa respuesta, suele seguirle un ¡ahhhh!, que generalmente se asume como una señal de compresión. Pero no, no es así. Justo en el momento en que piensas que saliste airoso de semejante problemón semántico, viene la segunda pregunta más común que suelen hacerte cuando dices que estudias demografía: ¿y eso, para qué? En ese momento dispararon a matar. A soltar la creatividad se ha dicho, pues ya no hay respuestas estructuradas que puedan venir a tu rescate.
Tratando de resolver soberana dificultad, me propuse construir una definición
que siempre se mantuviese latente en el cerebro, capaz de activarse automáticamente
al escuchar la tan repetida pregunta. Tenía que ser más o menos genérica, sencilla,
comprensible, y que de plano anulara la posibilidad de escuchar la segunda pregunta
más común. Después de varias prácticas –y muchos fracasos– conseguí construir la
siguiente definición (probada incluso con niños, que son quienes nos colocan en
los mayores aprietos): “los demógrafos son
aquéllos que cuentan cuántas personas
nacen, cuántas personas mueren y cuántas personas se mudan de un lugar a otro,
información que suele servir para construir políticas públicas que pueden
resolver los problemas de muchas personas.”
El resultado; una descripción básica, fácil de entender, prometedora y
hasta cautivadora, aunque la verdad es que ningún niño después de escucharla me
ha dicho: “quiero hacer eso cuando sea
grande”. No hay que ser tan ambicioso, tener un artificio de comprensión
mínima ya es ganancia. Sin embargo, por muy instrumental que pueda llegar a ser
esta definición, no le hace justicia a la profesión. Por lo tanto, aprovechando
este espacio que tres pichonas de demógrafas decidimos construir para difundir
información y conocimientos sobre estos temas, trataré de explicar de manera sencilla,
¿qué es lo que hacemos los demógrafos? ¿Cómo lo hacemos? y ¿para qué sirve?
El punto clave es la población. Lo que determina el tamaño de una población
son sus tres componentes fundamentales: (1) Los nacimientos que le suman personas; (2) las muertes que se las restan y (3) las migraciones que pueden sumar o restar personas a esa población. Los componentes de fecundidad y mortalidad
tienen la cualidad de ser fenómenos frecuentes; todas las personas lo
experimentan, ya sea por ley divina, biológica, social o kármica. Por su parte
la migración es un fenómeno menos estable, ya que el cambio de residencia es
optativo, en el sentido que no es forzado por ley biológica-natural.
El estudio de los mecanismos de interacción de estos tres componentes aporta
información sobre el tamaño de la
población y sobre su estructura, es
decir la forma como se distribuyen las personas
por sexo y edad, para un período de tiempo específico que puede ser pasado
o presente. También, jugando un poco con
las posibilidades de interacción, se pueden hacer algunas predicciones a futuro
o proyecciones de población. Esto, en
términos muy generales, es de lo que se
ocupan quienes se sienten atraídos por los aspectos formales de la
demografía.
Pero no todo queda allí. Si incorporamos estos componentes a la compleja
trama social, observamos que ellos no surgen de manera espontánea, sino que cada uno está condicionado y
determinado por diferentes factores biológicos, sociales, económicos, laborales,
culturales, etc., que generan múltiples líneas invisibles de asociación y
dependencia. Así, podemos encontrar:
(a) la fecundidad
está íntimamente relacionada a las uniones conyugales que reflejan las formas
de organización familiar, que están determinadas por la interacción social y
cultural de los individuos.
(b)
que la mortalidad depende de diferentes causas
de muertes (enfermedades crónicas, infecciosas, accidentes u homicidios, etc.) que
a su vez responden a situaciones generales de salud influidas por la interacción de factores
económicos y sociales.
(c)
que la migración, deriva de una decisión
racional establecida a partir de la conjunción de una serie de factores individuales,
económicos, geográficos, y sociales.
Estos son sólo ejemplos de las asociaciones que se pueden vislumbrar cuando
se combina el análisis demográfico con los estudios de población, es decir,
cuando se vincula el estudio cuantitativo de la población con variables contextuales (económicas, biológicas, genéticas, sociales, políticas, culturales o
de cualquier otro tipo) que tratan de explicar desde la misma complejidad
social los cambios observados en la población.
Y eso ¿cómo se hace? La
demografía como ciencia social se vale de métodos cuantitativos y cualitativos
como herramientas de investigación. Dentro del mundo de los estudios
cuantitativos se destacan tres fuentes fundamentales de información: (1) los
censos de población y vivienda, (2) los registros vitales y (3) las encuestas.
Sin embargo, la calidad de los datos suministrados por estas fuentes, pueden
verse distorsionados por: errores
cualitativos o de contenido (mala declaración y no respuesta) y errores de cobertura (sub-registro,
sobre-registro u omisión); dependiendo de la rigurosidad con la que se
recolecte la información y los controles de calidad aplicados en los países.
Por ello, la demografía formal también ha desarrollado técnicas de ajuste,
corrección y estimaciones indirectas de información demográfica.
Superados los obstáculos con la información, se pasa al proceso de
construcción de indicadores que no son más que medidas de observación que hacen
posible visualizar, cuantificar o cualificar
los componentes demográficos y sus relaciones con el universo social.
Estos indicadores facilitan los procesos de análisis de datos y la construcción
de relaciones teóricas y empíricas que nutren el campo científico. La
información resultante de todo este proceso investigativo, tiene una doble
funcionalidad: (1) la académica:
contribuir con la consolidación del conocimiento científico dentro del área
demográfica, y (2) la sociopolítica orientar la formulación
y el diseño de políticas públicas planificadas.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Muy buen post! claro, sencillo, al grano. La demografía es una ciencia un poco compleja por la cantidad de matemáticas que utilizas, pero también el significado que le dan las ciencias sociales a todos esos cálculos es lo que la hacen, para mí, algo muy atractivo.
ResponderEliminarEn mi caso, pienso estudiar demografía y llegar a ser demógrafo. Pero para eso falta un montón. Por lo pronto, me despido y les mando saludos desde México.